EL CEPA ABRIL VUELVE A
ESTAR PRESENTE EN LA VI JORNADA DE CONVIVENCIA “COMPARTIENDO ESPACIOS, CREANDO
BARRIO” CON OTRO GRUPO DE ALUMNADO.
El 29 de octubre un grupo de 13 alumnos/as de diferentes
edades del CEPA Abril han participado en la VI jornada de convivencia
“Compartiendo espacios, creando barrio”, celebradas en el edificio de Fundación
CB, ubicado en la calle Montesinos, 22.
La jornada comenzó con una exposición teórica centrada en la
importancia de la cohesión del barrio y los beneficios que esta genera en la
vida del vecindario, como el incremento de la seguridad, un mayor bienestar
emocional o la mejora de la convivencia. Asimismo, se presentaron diversas
propuestas para promover dicha cohesión como la creación de espacios de
encuentro de manera regular o la creación de canales de comunicación directa
entre los/as vecinos/as, como grupos de Whatsapp. 
Asimismo, se abordó la relevancia de la inclusión y la
accesibilidad como elementos fundamentales para la participación plena de las
personas con discapacidad en la vida comunitaria. 
El grupo aportó un toque muy especial a la jornada gracias a
su participación activa. No solo asistieron, sino que compartieron con
generosidad sus propias historias, recuerdos y experiencias relacionadas con
sus barrios. Estas intervenciones contribuyeron a consolidar un clima de confianza
y participación, donde el diálogo y la empatía reforzaron el sentido de
comunidad que caracterizó el encuentro. 
Tras la parte teórica se realizaron dos dinámicas. La primera
titulada “El poder de la palabra” buscaba reflexionar sobre cómo afecta nuestro
lenguaje en las relaciones personales.  El grupo compartió insultos y elogios que
habían dicho o recibido en algún momento y el resultado fue muy significativo:
hubo muchas más manos levantadas al hablar de las palabras negativas que de las
positivas. Esto ejemplifica muy bien lo difícil que nos resulta expresar y
reconocer lo bueno en nosotros mismos y en los demás y en la importancia que
tiene hacerlo con más frecuencia, además de aprender a expresarlo con
naturalidad. 
La segunda dinámica titulada “Palabras desordenadas”
planteaba un ejercicio de cooperación. Cada persona recibía un sobre con
palabras sueltas y el reto de formar una frase. Si con las suyas no podía
hacerlo, debía recurrir a las que otros compañeros/as dejaban, sin utilizar la
comunicación verbal. La experiencia resultó muy enriquecedora, pues permitió
comprobar que el trabajo en equipo y la colaboración nos permiten conseguir
metas que de forma individual serían más difíciles de alcanzar. 

